Campanas de Libertad

Honeste vivere, alterum non laedere, suum cuique tribuere.

01 diciembre 2007

Votar en conciencia.

Quiero invitarle a hacer una reflexión ante las próximas elecciones generales: ¿qué partido cree usted que defiende mejor sus inquietudes e intereses? ¿Piensa usted que es preferible votar al 'menos malo' o, por el contrario, considera que es mejor votar en conciencia?

Siempre he votado al Partido Popular. Pero, sinceramente, creo que hasta aquí ha llegado mi paciencia. A partir de hoy, a la hora de decidir mi voto, no pensaré en quién va a ganar o a perder las elecciones. Ha llegado el momento de proponer la verdadera defensa de la vida y la familia.

Recientemente leí en la revista Arbil un artículo sobre el 'malminorismo' en el que F. Javier Garisoain Otero explicaba detalladamente las razones por las que es necesario votar siempre en conciencia y olvidarse de votar al partido menos malo para evitar el triunfo del malo. Según el “la táctica del mal menor predica la resignación; y no precisamente la resignación cristiana, sino la sumisión y la tolerancia al tirano, a la injusticia y al atropello”.

Afirmaciones como que votar al mal menor es una derrota anticipada y una especie de ‘cómodo suicidio colectivo’ dan mucho en qué pensar. El autor aseguraba que actuar de ese modo “es el retroceso, la postura vergonzante y defensiva, el complejo de inferioridad. Defendiendo una táctica de mal menor, los cristianos renuncian al protagonismo histórico, se creen maquiavelos y sólo son una sombra en retirada”.

Ante estos firmes planteamientos, ¿a quién debemos votar los cristianos en las próximas elecciones? Seguro que la respuesta es variable en función de a quién vaya dirigida. Si le preguntamos a una persona de izquierdas nos responderá que todos los católicos votarán al PP. Si preguntamos a un miembro del Partido Popular seguro que piensa lo mismo pero intentará desvincularse de la iglesia. Si la pregunta la dirigimos a un católico consecuente con sus creencias ¿qué responderá? ¿quizá nos diga que votará al PP para que no vuelva a ganar ZP? ¿puede que sea fiel a sus principios y vote a un pequeño partido que sí defiende sus intereses?

¿Cuál cree usted que es la postura más correcta? Piénselo. ¿Qué posición es la más honesta? ¿Votar al menos malo o votar en conciencia?

Los gobiernos socialistas siempre acaban aliándose con las minorías radicales para llegar al poder. Venden sus ideales por un plato de lentejas, negocian su programa sin ningún disimulo. Cuando votamos al PP aun sabiendo que muchos de nuestros principios van a ser pisoteados por decisiones políticas que ni apoyan a la familia ni respetan la vida humana, ¿no estamos nosotros también vendiendo nuestro ideario?

Soy joven, nací con la democracia y siempre he pensado que votar no es una simple elección. Creo firmemente que votar es proponer, o debería serlo. Si reducimos la democracia al mero hecho de elegir al partido menos malo, con el tiempo, ese mismo partido acabará pareciéndose al más malo. Lo de voy a votar a fulanito a pesar de esto, aquello y lo otro, eso ya no me sirve. Pienso que debemos votar las propuestas que sean acordes con nuestras ideas. Sin pensar que ganará uno o el otro: “la paciencia todo lo alcanza”. Además, presentarse a unas elecciones, significa plantear soluciones políticas, explicarlas e intentar que lleguen a las personas. Lo de ganar o perder las elecciones es una idea falsa creada artificialmente para reforzar el bipartidismo. Lo importante es el diálogo plural con todos los partidos.

Por todo ello decidí formar parte del Partido Familia y Vida. Ahora puedo presumir de votar aquello que verdaderamente yo quiero votar. Somos un partido temático. Pensamos que “la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”, así lo expresa la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La familia es la comunidad estable fundada en el matrimonio de hombre y mujer, que forman los cónyuges y sus hijos, con el objetivo de asistirse mutuamente, transmitir la vida y garantizar el desarrollo y la libre educación de los hijos.

El Partido Familia y Vida procura la protección de la vida humana desde el mismo momento de la concepción hasta su terminación por causas naturales, oponiéndose a cualquier interrupción intencionada de la vida durante ese plazo, en especial, el aborto, la eutanasia y la pena de muerte.

Defendemos a la persona, este es nuestro único objetivo: pretendemos, fundamentalmente, defender la familia y la vida en el ámbito del poder legislativo, es decir, crear el marco jurídico en el que estos dos valores se encuentren protegidos.

Reflexione con detenimiento. ¿Vale la pena seguir apoyando a un partido que tantas veces nos ha defraudado? Ahora dicen que van a rebajar los impuestos de las madres trabajadoras, pero ¿y las madres que trabajan en casa? Esas madres ¿no son trabajadoras para el PP?

Además, Rajoy prometió eximir del pago de IRPF a todos los asalariados que cobren hasta 16.000 euros, lo que beneficiará a la mayoría de los 'mileuristas'. Bien por los mileuristas solteros. Pero… ¿qué pasa con el padre de familia con 4 hijos que gana 25.000 Euros? A pagar, aunque su familia no llegue a fin de mes.

Esto son sólo dos ejemplos de que la política familiar del PP es nula. Se presenta de cara a la galería pero en la práctica se queda en nada. Ahí están ocho años de gobierno que lo demuestran.

En fin, creo que España necesita familias comprometidas que formen una sociedad responsable y consecuente con los valores de respeto a la dignidad de las personas que la componen. Necesitamos personas comprometidas con el bien de la sociedad a través del primordial respeto a la vida y el apoyo a la familia.

Raúl Sempere Durá

Artículo publicado en Debate 21,en Periodismo Católico y en el Diario Hispanidad.

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5 Comments:

  • At 12/12/07 03:01, Blogger Patricia Ruíz de Velasco said…

    Muchas gracias por esta reflexión. La verdad es que siempre he votado al PP, pero su mensaje me da mucho qué pensar de aquí a las elecciones.

     
  • At 12/12/07 03:02, Blogger Patricia Ruíz de Velasco said…

    Y enhorabuena por el blog. me ha parecido muy interesante.

     
  • At 14/12/07 14:00, Anonymous Anónimo said…

    Paradoja del mal menor.
    Hela aquí:

    Tengo que elegir entre "A" y "B".

    "A" me jura que me sacará los ojos.

    "B" me asegura que sólo me sacará uno.

    Yo pienso "Con un ojo todavía puedo ver". Elijo "B" y me quedo tuerto.

    Nuevamente debo elegir entre "A" y "B".

    "A" promete sacarme el ojo que me queda y arrancarme además la lengua.

    "B", siempre más moderado y al amparo de sus asesores centro-reformistas, me tranquiliza diciéndome que sólo me sacará el ojo que antes me había perdonado.

    Reflexiono: "Me quedo ciego, pero por lo menos aún podré hablar".

    Elijo, pues, a "B".

    Sucesivas elecciones terminan con el resultado que se puede prever: ni ojos, ni lengua, ni manos, ni pies...

    Lo gracioso del caso es que mi elección ha sido siempre, no sólo legítima, sino verdaderamente racional y razonable.

    Pero, no es necesario decirlo, algo ha fallado.

    ¿Tiene esto algo que ver con un sistema político donde existen dos partidos principales uno que lleva a cabo un programa político dirigido a la destrucción de la soberanía nacional de España como nación democrática y el otro lo único que hace es ralentizar ese programa político sin que en ningún caso trate de impedirlo, por "razones de Estado"?

    ¿Serán "A" y "B" el Psoe y el PP respectivamente?

    Pilar

     
  • At 18/12/07 19:31, Anonymous Anónimo said…

    Sr. Director:

    En relación con la carta aparecida hace algunos días en su diario digital, “Votar en conciencia”, de Raúl Sempere Durá, felicito a su autor por haberse planteado la legitimidad del argumento del mal menor a la hora de votar según un criterio católico.

    La problemática del empleo del argumento del mal menor como guía para orientar el voto de los católicos en España aquí y ahora es la que señalaba Javier Garisoain en el artículo de Arbil que D. Raúl Sempere cita en su carta: que el que acepta dicho argumento ya ha asumido su derrota por anticipado. Entrega su territorio y renuncia a combatir. Sólo aspira a retrasar la aniquilación de los suyos en plena desbandada. Los católicos, hasta ahora, viendo lo insostenible de su posición, o se han arrojado a los pies de los vencedores suplicando clemencia a cambio de graves cesiones o han concentrado sus esfuerzos en buscar el agujero más confortable donde pasar el vendaval. Pero, contra lo que muchos esperaban, la situación no sólo no ha mejorado, sino que ha empeorado visiblemente.

    Para arrojar luz y esclarecer la verdadera naturaleza del argumento del mal menor como única guía posible para los católicos aquí y ahora a la hora de votar en conciencia, hay que planteárselo como lo que en realidad es: el católico que razona en clave de mal menor ya ha dejado de pensar en el bien, ya no ve la política como un campo sobre el que tiene derechos, sino que asume que es de dominio privativo de los no católicos, ya no mide sus propias fuerzas, sino que se resigna a elegir un golpe que no sea el definitivo, y en resumen, no aspira a luchar con los católicos, y ya no piensa como un católico.

    Por todo ello, considero de la máxima importancia para todos los católicos la reflexión sobre los motivos que les van a llevar a depositar en la urna su voto en las próximas elecciones. Ese momento puede marcar el final de la desbandada y la recuperación de la tan necesaria presencia católica en los ámbitos de decisión política o puede significar cuatro años más de presencia anodina, insípida e insubstancial de los católicos en la arena política con el único propósito de hacer recuento de pérdidas al final del período.

    Además de los importantísimos temas de la vida y la familia como ámbitos en los que buscar el bien real que citaba D. Raúl Sempere, existen otros muchos ámbitos (educación, los jóvenes y el trabajo o la vivienda, nacionalismos, terrorismo, política internacional) en los que también ha de buscarse el bien posible y no conformarse con la nefasta táctica del mal menor.

    Javier López Ureña
    Javitxo_l@yahoo.es
    Secretario de Comunicación Comunión Tradicionalista Carlista

     
  • At 21/12/07 13:09, Anonymous Anónimo said…

    Todo perfecto, amigo Raúl, excepto esa referencia a "Morgan", que suena a pirata de la Pérfida Albión.....Un saludo.

     

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