¿A quién votamos?
Ante las próximas elecciones, ¿qué partido defiende mejor las inquietudes e intereses de los católicos españoles? ¿es mejor votar al 'menos malo' o es preferible votar en conciencia?
Recientemente leí en la revista Arbil un artículo sobre el 'malminorismo' en el que F. Javier Garisoain Otero explicaba detalladamente las razones por las que es necesario votar siempre en conciencia y olvidarse de votar al partido menos malo para evitar el triunfo del malo. Según el “la táctica del mal menor predica la resignación; y no precisamente la resignación cristiana, sino la sumisión y la tolerancia al tirano, a la injusticia y al atropello”.
Afirmaciones como que votar al mal menor es una derrota anticipada y una especie de cómodo suicidio colectivo dan mucho en qué pensar. El autor asegura que actuar de ese modo “es el retroceso, la postura vergonzante y defensiva, el complejo de inferioridad. Defendiendo una táctica de mal menor, los cristianos renuncian al protagonismo histórico, como si Cristo no fuese Señor de la historia. Se creen maquiavelos y sólo son una sombra en retirada”.
Ante estos planteamientos, ¿a quién debemos votar los cristianos en las próximas elecciones? Seguro que la respuesta es variable en función de a quién vaya dirigida. Si le preguntamos a una persona de izquierdas nos responderá que todos los católicos votarán al PP. Si preguntamos a un miembro del Partido Popular seguro que piensa lo mismo pero intentará desvincularse de la Iglesia. Si la pregunta la dirigimos a un católico consecuente con sus creencias ¿qué responderá? ¿quizá nos diga que votará al PP para que no vuelva a ganar ZP? ¿puede que sea fiel a sus principios y vote a un pequeño partido que sí defiende sus intereses?
¿Cuál es la postura más correcta? ¿Qué posición es la más práctica? ¿Votar al menos malo o votar en conciencia?
Recientemente leí en la revista Arbil un artículo sobre el 'malminorismo' en el que F. Javier Garisoain Otero explicaba detalladamente las razones por las que es necesario votar siempre en conciencia y olvidarse de votar al partido menos malo para evitar el triunfo del malo. Según el “la táctica del mal menor predica la resignación; y no precisamente la resignación cristiana, sino la sumisión y la tolerancia al tirano, a la injusticia y al atropello”.
Afirmaciones como que votar al mal menor es una derrota anticipada y una especie de cómodo suicidio colectivo dan mucho en qué pensar. El autor asegura que actuar de ese modo “es el retroceso, la postura vergonzante y defensiva, el complejo de inferioridad. Defendiendo una táctica de mal menor, los cristianos renuncian al protagonismo histórico, como si Cristo no fuese Señor de la historia. Se creen maquiavelos y sólo son una sombra en retirada”.
Ante estos planteamientos, ¿a quién debemos votar los cristianos en las próximas elecciones? Seguro que la respuesta es variable en función de a quién vaya dirigida. Si le preguntamos a una persona de izquierdas nos responderá que todos los católicos votarán al PP. Si preguntamos a un miembro del Partido Popular seguro que piensa lo mismo pero intentará desvincularse de la Iglesia. Si la pregunta la dirigimos a un católico consecuente con sus creencias ¿qué responderá? ¿quizá nos diga que votará al PP para que no vuelva a ganar ZP? ¿puede que sea fiel a sus principios y vote a un pequeño partido que sí defiende sus intereses?
¿Cuál es la postura más correcta? ¿Qué posición es la más práctica? ¿Votar al menos malo o votar en conciencia?
Etiquetas: Política
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home