Crisoladas
Sois muchos los amigos –y no tan amigos- que me preguntáis por las censuras que mis artículos vienen padeciendo en la revista el Crisol de manos de su editor, Fermín Valero. Intentaré ser breve y aclarároslo esquemáticamente.
Pero antes de ello, y para que nadie se sienta ofendido, quiero dejar bien claro que yo no soy el que cuando habla de la revista Crisol la nombra como CriSOE (en referencia a sus afinidades ideológicas ¿y monetarias? con el PSOE de Elche). Eso sí, la expresión presunto crisol sí es de producción propia, y no creo que haga mucha falta explicar a qué se refiere.
El primer artículo censurado por Fermín Valero fue La Cruz, escrito en junio de 2006. Según parece fue víctima de la censura porque en él una comunista italiana defendía que en las aulas hubiera un crucifijo colgado de la pared, y un socialista francés explicaba a su hijo las razones para que sí estudiase la asignatura de religión en la escuela.
Como respuesta a esa primera censura le envié en agosto del mismo año el cuento titulado Pravda que sí se dignó a publicar. Es de bien nacido ser agradecido.
El segundo artículo censurado por Fermín Valero fue el de El zapatero embustero, escrito en noviembre de 2006. Por lo visto no le gustó pues era crispante y demasiado político. Pero no quedó ahí la cosa, parece que su talante democrático le inspiró a la hora eliminar de la revista la publicidad pagada de Frutsempere –empresa familiar de frutas en la que trabajo-: Fermín Valero suprimió el anuncio sin tan siquiera hablar con la empresa, su decisión fue a raíz del citado artículo. ¿Qué tendrán que ver los melones con la libertad de prensa?
Fue entonces, en el mismo mes de noviembre, y como respuesta a su segunda censura, cuando le escribí una carta abierta titulada Presunto Crisol. Por cierto, carta que Fermín Valero ni se dignó en contestar. Patético.
A los pocos meses apareció en nuestro querido ‘presunto crisol’ un áspero artículo político titulado “se me hace la picha un lío” o algo así. El artículo en sí no me gustó para nada: mal redactado, insultante y -en fin- con unas ideas políticas bien diferentes a las que yo poseo. Pero me alegré mucho de su publicación. Pensé: por fin Fermín ha reflexionado, ya cree en la libertad de prensa, ahora sí funcionará la libertad de expresión.
Así que, decidí contestar a Fermín con estas letras que él previamente había utilizado para excusar sus continuas censuras:
"Obviamente si no me gustaba el tono jocoso y excesivamente politizado de tu discurso para la revista, este artículo que me envías no solamente sigue en esa línea, sino que además ahora me incluyes a mi en él". (Fermín Valero dixit)
"Yo no trato de censurar a nadie, sólo quiero decir que El Crisol no es la revista para ese tipo de mensajes, al menos yo no quiero que lo sea". (Fermín Valero dixit)
"Te invito a que envíes ese tipo de artículos a otras líneas editoriales más acordes con la polémica política de actualidad". (Fermín Valero dixit)
Después de todo lo que me has dicho sobre los artículos que me has censurado, publicas el de "la picha liada de Julián Galindo". Parece que unos artículos sí los ves politizados y otros no, parece que unos artículos sí se pueden publicar en el crisol y otros no...
Por mucho que intentes excusarte, Fermín, a mí me parece que lo que practicas sí es censura. Lo siento, no te entiendo. Sigo si entender cual es la diferencia entre lo que tú haces con mis artículos y la censura.
Te adjunto un artículo en respuesta al de Julián. Sé que no lo publicarás, pero al menos imprímeselo a Julián para que no siga creyendo que “en aquella época no podíamos expresar ni escribir nuestros pensamientos”, o que “hoy que todo el mundo puede, a mi, todavía me da temor hacerlo”.
Fermín, no te molestes por lo que te escribo. Lo que pasa es que no soporto la falta de libertad de muchos medios de comunicación, y me 'jode' que una revista como el Crisol, a la que mucha gente sigue llamando La Voz de la Villa o la revista del poble, la estés convirtiendo en un medio tan sectario. Y encima presumas de liberal.
Me duele ver en qué has convertido "la revista del poble", Fermín, y creo que tengo derecho a decírtelo.
"Lo que me ha decidido a tomar la decisión de no publicar, además de los cinco folios, es que en tus artículos hay una carga política absolutamente desproporcionada. No voy a entrar obviamente en defender ninguna postura. Pero lo que quiero que me entiendas es que la revista el Crisol necesita mantenerse al margen del día a día de la política, entre otras cosas porque no es una revista de reivindicaciones políticas. Tienes un discurso político demasiado ácido, siempre con un cierto sabor de burla..."(Fermín Valero dixit)
¿Por qué no le contestaste a Julián lo mismo que a mí cuando te dio el artículo sobre su picha? te vuelvo a decir que no entiendo tu definición de lo que es censura y lo que no lo es.
En este correo electrónico le adjunté a Fermín el artículo que respondía al de Julián Galindo, lo titulé Memoria histérica.
La respuesta de Fermín a mi correo electrónico fue rápida y rotunda, en apenas unos minutos contestó: Buenos días Raúl. Se publicará.
Ja. Mentira. No lo publicó. Liberticida y mentiroso. Artículo censurado. Una lástima, de verdad, otro más para el marcador de la vergüenza:
Pero antes de ello, y para que nadie se sienta ofendido, quiero dejar bien claro que yo no soy el que cuando habla de la revista Crisol la nombra como CriSOE (en referencia a sus afinidades ideológicas ¿y monetarias? con el PSOE de Elche). Eso sí, la expresión presunto crisol sí es de producción propia, y no creo que haga mucha falta explicar a qué se refiere.
El primer artículo censurado por Fermín Valero fue La Cruz, escrito en junio de 2006. Según parece fue víctima de la censura porque en él una comunista italiana defendía que en las aulas hubiera un crucifijo colgado de la pared, y un socialista francés explicaba a su hijo las razones para que sí estudiase la asignatura de religión en la escuela.
Como respuesta a esa primera censura le envié en agosto del mismo año el cuento titulado Pravda que sí se dignó a publicar. Es de bien nacido ser agradecido.
El segundo artículo censurado por Fermín Valero fue el de El zapatero embustero, escrito en noviembre de 2006. Por lo visto no le gustó pues era crispante y demasiado político. Pero no quedó ahí la cosa, parece que su talante democrático le inspiró a la hora eliminar de la revista la publicidad pagada de Frutsempere –empresa familiar de frutas en la que trabajo-: Fermín Valero suprimió el anuncio sin tan siquiera hablar con la empresa, su decisión fue a raíz del citado artículo. ¿Qué tendrán que ver los melones con la libertad de prensa?
Fue entonces, en el mismo mes de noviembre, y como respuesta a su segunda censura, cuando le escribí una carta abierta titulada Presunto Crisol. Por cierto, carta que Fermín Valero ni se dignó en contestar. Patético.
A los pocos meses apareció en nuestro querido ‘presunto crisol’ un áspero artículo político titulado “se me hace la picha un lío” o algo así. El artículo en sí no me gustó para nada: mal redactado, insultante y -en fin- con unas ideas políticas bien diferentes a las que yo poseo. Pero me alegré mucho de su publicación. Pensé: por fin Fermín ha reflexionado, ya cree en la libertad de prensa, ahora sí funcionará la libertad de expresión.
Así que, decidí contestar a Fermín con estas letras que él previamente había utilizado para excusar sus continuas censuras:
"Obviamente si no me gustaba el tono jocoso y excesivamente politizado de tu discurso para la revista, este artículo que me envías no solamente sigue en esa línea, sino que además ahora me incluyes a mi en él". (Fermín Valero dixit)
"Yo no trato de censurar a nadie, sólo quiero decir que El Crisol no es la revista para ese tipo de mensajes, al menos yo no quiero que lo sea". (Fermín Valero dixit)
"Te invito a que envíes ese tipo de artículos a otras líneas editoriales más acordes con la polémica política de actualidad". (Fermín Valero dixit)
Después de todo lo que me has dicho sobre los artículos que me has censurado, publicas el de "la picha liada de Julián Galindo". Parece que unos artículos sí los ves politizados y otros no, parece que unos artículos sí se pueden publicar en el crisol y otros no...
Por mucho que intentes excusarte, Fermín, a mí me parece que lo que practicas sí es censura. Lo siento, no te entiendo. Sigo si entender cual es la diferencia entre lo que tú haces con mis artículos y la censura.
Te adjunto un artículo en respuesta al de Julián. Sé que no lo publicarás, pero al menos imprímeselo a Julián para que no siga creyendo que “en aquella época no podíamos expresar ni escribir nuestros pensamientos”, o que “hoy que todo el mundo puede, a mi, todavía me da temor hacerlo”.
Fermín, no te molestes por lo que te escribo. Lo que pasa es que no soporto la falta de libertad de muchos medios de comunicación, y me 'jode' que una revista como el Crisol, a la que mucha gente sigue llamando La Voz de la Villa o la revista del poble, la estés convirtiendo en un medio tan sectario. Y encima presumas de liberal.
Me duele ver en qué has convertido "la revista del poble", Fermín, y creo que tengo derecho a decírtelo.
"Lo que me ha decidido a tomar la decisión de no publicar, además de los cinco folios, es que en tus artículos hay una carga política absolutamente desproporcionada. No voy a entrar obviamente en defender ninguna postura. Pero lo que quiero que me entiendas es que la revista el Crisol necesita mantenerse al margen del día a día de la política, entre otras cosas porque no es una revista de reivindicaciones políticas. Tienes un discurso político demasiado ácido, siempre con un cierto sabor de burla..."(Fermín Valero dixit)
¿Por qué no le contestaste a Julián lo mismo que a mí cuando te dio el artículo sobre su picha? te vuelvo a decir que no entiendo tu definición de lo que es censura y lo que no lo es.
En este correo electrónico le adjunté a Fermín el artículo que respondía al de Julián Galindo, lo titulé Memoria histérica.
La respuesta de Fermín a mi correo electrónico fue rápida y rotunda, en apenas unos minutos contestó: Buenos días Raúl. Se publicará.
Ja. Mentira. No lo publicó. Liberticida y mentiroso. Artículo censurado. Una lástima, de verdad, otro más para el marcador de la vergüenza:
Pues bien amigos, por mi parte y de momento, aquí queda todo explicado. ¿Continuará? Depende.
Etiquetas: Libertad de expresión
2 Comments:
At 13/2/08 13:59, Anónimo said…
Así a primera vista sí que suena a censura lo que dice el Sr. Sempere respecto de la no publicación de alguno de sus artículos por parte de D. Fermín Valero, o al menos así me lo parece a mí , aún estando tan lejos de algunos planteamientos vitales del autor de Campanas de Libertad, pero gustándome precisamente de él la frescura y valentía de tus textos. ¿No sería mejor que D. Fermín Valero le contestara al Sr. Sempere largo y tendido a todos y cada uno de los puntos de su exposición, y así los lectores nos enteramos de todo y formamos una opinión, pues digo yo que no otra cosa debe buscar una publicación demócrata y liberal. Y, por otra parte, aún no conociendo el artículo de D. Julián Galindo a que se refiere el Sr. Sempere, sólo el título "tengo la p.... hecha un lío", o algo así, pues no me parece, la verdad, la quintaesencia de la cultura política y el buen gusto.
At 31/3/10 10:26, Anónimo said…
Este señor Fermín no sólo está practicando la censura en Torrellano. En El Altet ya ha censurado dos artículos que yo sepa. Estos progres de salón no soportan la crítica. ¿Cuánto cobra de todas las páginas de publicidad que le contrata el ayuntamiento?
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