Campanas de Libertad

Honeste vivere, alterum non laedere, suum cuique tribuere.

08 julio 2008

Políticas de Muerte.

El PSOE acaba de celebrar su congreso nacional y nos propone su particular cambio en el modelo de sociedad. Muchos medios de comunicación afirman que con esto intentan desviar la atención de la crisis económica que padece el país, pero lo cierto es que los socialistas se han tirado al monte y van a por todas: pretenden imponer el laicismo y legalizar el aborto libre y la eutanasia activa.

Y frente a esta radicalización del partido del gobierno nos encontramos con la preocupante y ya habitual indefinición de un PP agotado que camina sin rumbo y no se pronuncia sobre temas tan fundamentales como la libertad religiosa y el derecho a la vida de los niños no nacidos, de los ancianos y de los enfermos terminales.

Pero abortar es matar: es preciso recordar a los ciudadanos españoles que no existe ese supuesto derecho al aborto, que cuando se ‘interrumpe’ un embarazo lo que ocurre es una desgracia tanto para el niño que es eliminado como para la madre que se ha visto abocada a ello. Frente a las políticas negativas que legitiman el aborto es necesario promover el apoyo integral a la mujer embarazada.

Otra de las medidas estrella que proponen los socialistas para solucionar la crisis económica es la eutanasia. Ya lo dice el refranero popular: “muerto el perro, se acabó la rabia”. Optan por la solución más fácil y barata, eliminar lo que estorba. Ya otro socialista utilizó democráticamente esta política en los campos de exterminio: Adolf Hitler también llegó al poder ganando unas elecciones, su partido era el Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei, es decir, Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores.

La experiencia vital de nuestros mayores, el amor a los enfermos terminales, la entrega generosa en sus cuidados diarios… son ejemplos de algo que los socialistas no respetan: la dignidad humana en cualquier etapa de la vida. Habrá que explicarles qué son los cuidados paliativos, cómo se ofrece cariño a los enfermos terminales, qué significa darse a los demás por amor al prójimo…

Por último, el señor Zapatero quiere imponernos el laicismo bajo la manida excusa de la aconfesionalidad del estado. A este respecto habría que recordarle al hermano ZP que el estado puede ser aconfesional, pero las personas no lo son. Cualquier miembro del gobierno, cualquier ciudadano, todo hijo de vecino, todos confesamos nuestras creencias, incluso aquellos que no creen y se confiesan ateos. La libertad del individuo a elegir sus propias creencias no puede verse coartada por las imposiciones de ningún gobernante, de ninguno.

Raúl Sempere Durá

Artículo publicado en La Verdad, en Debate 21, en Canarias Ahora, en Aragón Liberal y en el Diario Siglo XXI.

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6 Comments:

  • At 9/7/08 23:38, Anonymous Anónimo said…

    Un articulo muy interesante, con el que estoy profundamente de acuerdo. Es paradójica la intolerancia que profesan nuestros gobernantes que se jactan de ser tolerantes. No se dan cuentan de que son los primeros en no respetar las ideas y creencias de miles de personas, ideas y creencias que no hacen daño a nadie. Tanta política social para luego dejar de lado a los más indefensos. En fin, quien no lo ve, es simplemente porque no quiere. No nos engañemos...

     
  • At 10/7/08 12:49, Anonymous Anónimo said…

    buenos días

    no sé como acabé leyendo este post y, esperando no herir ni molestar, me gustaría expresar mi opinión, especialmente en lo referente a la eutanasia.
    desgraciadamente, mi padre actualmente sufre una enfermedad grave, siendo el desarrollo de esta lento y doloroso, lo que le provoca enorme malestar y una completa pérdida de calidad de vida.
    Hace algún tiempo, hablando con él, me pidió que si algún día esta enfermedad le lleva a terminar en una cama, con inmensos, interminables e inimaginables dolores, e incapaz de tomar decisiones, le dejase morir dignamente y no prolongase su agonía. es decir, que le dejase morir en paz y no vivir en desgracia.
    se supone que ustedes los católicos no quieren ver sufrir a sus semejante, ni sufrir ustedes mismos sin necesidad y cuando no hay va a haber ninguna solución al problema, sino que lo que se va a conseguir es una muerte lenta y dolorosa.
    Sólo quiero hacerles una pregunta: ¿en caso de verse en una situación así, dejarían agonizar a un ser querido en el nombre de Dios?
    Porque es lo que ustedes están promoviendo, y de ser así lo que serían es torturadores, no creyentes.
    gracias

     
  • At 10/7/08 16:27, Blogger +Miguel Vinuesa+ said…

    Estimado Raúl, estimados anónimos,

    El artículo en cuestión es, como viene siendo habitual en Raúl, de clarividencia y lucidez evidentes. Fiel reflejo de lo que la Doctrina Social de la Iglesia viene dictaminando respecto al aborto y a la eutanasia.

    Agradezco, eso sí, el tercer comentario, puesto que abre el debate de una manera respetuosa, algo nada habitual entre los partidarios de la mal llamada "muerte digna".

    Es mal llamada, sí, porque la verdadera dignidad no reside en no poder valerse por sí mismo, algo a lo que el ser humano inevitablemente llega por su naturaleza y porque el hombre en sociedad ha logrado prolongar la vida bastante más de lo que habría podido hacer de seguir inmersos en la naturaleza. Es, en un planteamiento un poco positivista -lo admito- lo que nos diferencia del reino animal.

    Creo que la dignidad no se puede medir pues, por si somos capaces de valernos o no por nosotros mismos, sino en cómo llevamos ese sufrimiento. Tantas veces la falta de fe, o las dudas antes la muerte son las que nos privan de esa dignidad, y entonces nuestro orgullo herido, reclama la muerte. Eso es, pura y llanamente, soberbia: la autovía a la condenación.

    La muerte rápida nos priva de una última confesión. Nos incapacita para la contrición verdadera, y, en palabras llanas, nos impide salvarnos. Si en cambio yo padezco un Cáncer, lo voy a saber con muchos meses de antelación y, más que nada, voy a poder prepararme, a la luz de la fe, a una muerte digna, es decir, sin llevarme nada a la tumba.

    Sin el argumento teológico, es imposible entender este postulado de la doctrina.

    Monseñor Vicente Jiménez Zamora, Obispo de Santander no lo puede decir más claro: "cualquiera que sean los motivos y los medios, es moralmente inaceptable". Claro, que en una sociedad diseñada a gusto de ZP, ante la indiferencia de la mayoría de los españoles, no le culpo de no saberlo.

    Si no atiende a esos argumentos, al menos fíjese que Bernat Soria, y su partido detrás, quieren imponerla a capa y espada. Eso para mi sería motivo suficiente como para negarme en bloque.

    Ya entrando más en el terreno político, le diré a D. Raúl que la iniciativa de Familia y Vida es buena, aunque de momento insuficiente. Por lo mismo que comentaba antes: lo que ese partido plantea a la mayoría de la sociedad no le importa. Es preciso concienciar antes, y hacer una labor de concienciación que a todos nos parece enorme, pero que tenemos que abordar si no queremos que haya abortos irresponsables y homicidios "en buena fe". Eso y rezar, Raúl. Rezar un montón.

     
  • At 10/7/08 18:16, Blogger José Manuel Areces de Ávila said…

    Considero que hablar de tortura es una barbaridad, del tal anónimo. Vamos a suponer que efectivamente su adre está en un enefermedad terminal e irrevesible tal y como declara ates de entrar a degüello con los que no piensan como el. Si su padre le ha pedido que le asesine, pues allá D. Anónimo, puesto que al decirse no creyente no tendrá ningún problema moral para liquidar al hombre que hizo por traerle al mundo, cuidarle cuando estaba enfermo, alimentarle, darle amor y educación, etc. Probablemente anónimo se sienta licenciado de todas estas cosas con el permiso de su padre. Lo que ocurre es que esperemos que :
    1º, QUE SU PADRE NO SEA CRISTIANO.
    2º QUE HAYA PODIDO PREPARARSE PARA DICHA MUERTE "DIGNA"
    3º QUE ANÓNIMO NO TERMINE SIENDO CREYENTE EN ALGÚN MOMENTO DE SU IDA PORQUE NUNCA SERÁ CAPAZ DE PERDONARSE A SI MISMO.
    En cualquier caso si anónimo se arroga el derecho de aprobar la cultura de la muerte y defenderla dede su "conciecia" progresista, no veo como se siente en el dereco de juzgar como torturadores, cuando el prpone el asesinato delos que no pueden valerse. Más bien creo que Anónimo en su fuero interno es de esos que no quieren cargar ni on resonsabilidades, ni con cruces de ninguna especie, y por ello se consuela moralmente acogiéndose a la doctrina moral de la izquiera, y hoy por hoy una parte del PP.

    Ánónimo, pon tu nombre lapróxima vez, y siempre será un placer sostener un debate intelectual, moral o filosófico, e incluso político contigo, pero siempre manteniendo las formas y el respeto mutuo, no te vendría mal una exibición de ese famoso talante del que tanto os enorgullecéis.

    Un cordial saludo

     
  • At 11/7/08 00:51, Anonymous Anónimo said…

    A la eutanasia, a quitarse la vida o quitarsela a otro, nunca hay derecho, porque sólo Dios es dueño de la vida. Lo que sí se debe buscar son los cuidados paliativos, y a eso sí se tiene derecho.

    Recomiendo que se lean el siguiente link:

    http://www.aciprensa.com/eutanasia/

    D. Heliodoro Mira

     
  • At 11/7/08 14:33, Anonymous Anónimo said…

    Estimado José Manuel, mi nombre es Enrique, y no estoy hablando de que sea católico o no, lo importante es lo que opina él, y en este caso su decisión mientras está en plenitud de facultades es que en el momento en el que ya no pueda decidir, se haga lo que él pide.
    Es más, puedo ser católico o no, pero lo importante es respetar las decisiones de cada uno, se llama libertad, y él ha tomado esa decisión. Y por cierto, es católico.
    Por otro lado, también creo que hay que respetar a los que deciden no tomar parte y esperar a que llegue el momento, pero lo más importante es RESPETAR las decisiones ajenas, sean las que sean.
    Dejo además un enlace que creo que puede ser interesante.
    Un saludo

     

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