Ofensas
“Y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.
¿Qué está pasando para que la falta de respeto sea la marca de este nuevo siglo? Algunos nos dijeron que la religión estaba muerta. Otros no dejan de recordarnos que los creyentes somos algo así como monstruos anclados en el pasado y en peligro de extinción. También los hay que prefieren relacionar la religión con conjuras misteriosas del opus, negocios ocultos del clero, sectas, códigosdavincis y pederastia por doquier. ¿Por qué afirmar “tengo fe en Dios” se ha convertido en algo políticamente incorrecto y, sin embargo, insultar a los curas es deporte nacional? ¿De dónde proviene tanto odio hacia cristianismo, judaísmo e islamismo?
En estos días estamos viendo como unas caricaturas publicadas en un diario danés en septiembre del pasado año están provocando revueltas violentas en todo el mundo. Desde luego que dibujar al profeta Mahoma con una bomba en la cabeza es de una falta de sensibilidad alarmante. Es obvio que estos dibujos han resultado ofensivos para todos los musulmanes. Pero también está claro que no es casualidad que todos estos actos de terrorismo y vandalismo coincidan precisamente con la nueva política de Irán respecto al enriquecimiento de uranio.
Algunos medios de comunicación han establecido la afirmación de que el Islam prohíbe la representación artística de Mahoma. Pero realmente el Corán no dice nada sobre las imágenes y las advertencias en su contra que aparecen en el Hadith han sido objeto de muchas interpretaciones. Muchos musulmanes sostienen que sí están prohibidas pero no existe ninguna norma escrita en este sentido. De hecho, los chiíes tienen imágenes de Mahoma, de su sucesor Alí y de su nieto Husein colgadas de las paredes de sus casas. Definitivamente el problema no está en la imagen gráfica del profeta sino en las ofensas hacia los que creen en él. Eso sí, todo ello minuciosamente orquestado por la secta wahabí y con la financiación saudí seis meses después de la publicación de las viñetas. ¿Por qué se ofenden ahora y no hace medio año? La respuesta es política y económica, y podemos ubicarla en Irán, Arabia Saudí y Siria. Resumiendo, la respuesta es Al Qaeda y Hamás.
No es la religión la que está promoviendo esta ola de violencia. Recordemos que en el Islam el poder político y religioso lo ejercen las mismas personas: no existe separación entre iglesia y estado. Los líderes religiosos musulmanes se convierten así en caudillos políticos que hacen más hincapié en el odio hacia los infieles de occidente que en las verdaderas enseñanzas de Mahoma. Son políticos ultra-nacionalistas alimentados económicamente por los grandes del petróleo y, ahora, de la energía nuclear –bombas atómicas incluidas-.
Incluso el país supuestamente más enemigo del pueblo palestino ha dicho en boca de Kurtis Cooper, portavoz de la Casa Blanca: "Estas viñetas son ofensivas para la fe de los musulmanes. Todos reconocemos y respetamos completamente la libertad de prensa y expresión, pero debe ir acompañada de la responsabilidad de la prensa. Incitar al odio étnico o religioso de esta manera no es aceptable".
Pero no mezclemos churras con merinas. Está claro que lo de las caricaturas de Mahoma es una ofensa hacia una religión concreta. Pero también esta claro que la respuesta de violencia no está programada por “religiosos” sino por “caudillos” que esconden su sentimiento anti-occidental tras la religión.
El Vaticano ya lo ha advertido: “El derecho a la libertad del pensamiento y expresión no puede implicar el derecho de ofender el sentimiento religioso de los creyentes. Principio que vale obviamente para cualquier religión”. Y tiene razón: a toda religión o creencia se le debe respeto. Es una cuestión de educación sobre la que, además, existe una legislación bien clara: en nuestro país el artículo 525.1 del Código Penal establece que “incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican”. Asimismo, el artículo 510 del Código Penal prevé que “los que provocaren a la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos o asociaciones, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación sexual, enfermedad o minusvalía, serán castigados con la pena de prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses”.
Los cristianos y los judíos también se sienten dolidos por tantos chistes hacia la figura de Abraham, de Moisés, de Jesús, de la Virgen María, del Papa o de los fieles en general. Pero ante los continuos insultos no han amenazado ni matado a nadie. En el caso de las ofensas a la religión musulmana la ONU, Solana y nuestro Zapatero -presidente por accidente- se han precipitado en formular una declaración contra la blasfemia, en decir “tenemos un profundo respeto hacia los musulmanes” y en escribir cartitas pidiendo disculpas por las caricaturas pero sin condenar la ola de violencia islamista.
En España todo vale contra los católicos y nadie hace nada para remediarlo: en Madrid se estuvo representando una obra titulada “Me cago en Dios” y en estos días se ha estrenado otra en la que Leo Bassi aparece vestido de Papa y consagrando preservativos. ¡Qué respetuosa y tolerante es la progresía! Han creado un videojuego donde se dispara contra los nazarenos de la Semana Santa de Sevilla; colgaron de Internet una imagen de la Virgen de la Encarnación junto a los órganos genitales de un varón; en Canal Plus han cocinado un Crucifijo en el microondas para que resucitase al tercer día; los payasos Carod Rovira y Maragall –ambos masones- jugando con una corona de espinas frente al Santo Sepulcro; en Arco se encuentra expuesto el Cristo de los misiles; en un video clip aparece dos veces una cruz en la que la figura humana crucificada tiene la cabeza de un animal; en el desfile de la soberbia gay se insulta a todo lo que tenga que ver con la religión católica…
Y el socialista gay Zerolo está indignadíssimo porque una chirigota insulta a los islamistas turcos que asesinaron a un sacerdote. Zerolo, Zerolo, que se te ve el plumero. Primero sales en el desfile del orgullo gay insultando a católicos, mofándote de curas y obispos, haciendo escarnio de Jesucristo, de la Virgen María, del Papa… y ahora estás indignado porque insultan a los radicales islamistas. ¿Eso no se llama doble rasero? Igualito que Zapatero, pero en gay. Los católicos reclaman respeto a todas las religiones, a TODAS.
Ningún sociata ha salido nunca en defensa de los cristianos. Zapatero y Zerolo callan y miran para otro lado. Sectarios sin disimulo, sin vergüenza. Nunca han pedido tolerancia hacia los cristianos o hacia los judíos, nunca. Y precisamente por eso es tan grave que Zapatero haya condenado en una cartita las caricaturas danesas y no las revueltas islámicas. Se trata de una claudicación ante un sistema donde se desconocen la democracia, la libertad de expresión, la separación Iglesia Estado y los derechos humanos. Además de que su caradura le lleva a condenar los insultos a los musulmanes a la vez que promueve el lobby laicista anticatólico en España. Más falso que Judas.
Benedicto XVI ha dicho que “el fruto de la fe en Dios no son los antagonismos devastadores, sino el espíritu de fraternidad y de colaboración a favor del bien común. […] Dios, Creador y Padre de todos, pedirá cuentas aún más severamente a quien derrama en su nombre la sangre del hermano. […] Siguen llegando en estos días noticias de trágica violencia en Irak, con atentados en las mismas mezquitas. […] Se trata de acciones que siembran luto, alimentan el odio, y obstaculizan gravemente la de por sí difícil obra de reconstrucción del país”.
La Alianza de Civilizaciones del tibio Zapatero hace que nos planteemos algunas cuestiones: ¿No sería mejor alianza de civilizados? ¿qué pintamos los cristianos en las alianzas de este señor? ¿Sabe Zerolo que si hubiera nacido en un país musulmán ya le habrían ahorcado? ¿Sabe De La Vega que en Arabia Saudí las mujeres tienen prohibido conducir? ¿Alianza de civilizaciones? ¿Quieren los fundamentalistas islámicos aliarse con los infieles de occidente?
Raúl Sempere Durá • marzo 2006
¿Qué está pasando para que la falta de respeto sea la marca de este nuevo siglo? Algunos nos dijeron que la religión estaba muerta. Otros no dejan de recordarnos que los creyentes somos algo así como monstruos anclados en el pasado y en peligro de extinción. También los hay que prefieren relacionar la religión con conjuras misteriosas del opus, negocios ocultos del clero, sectas, códigosdavincis y pederastia por doquier. ¿Por qué afirmar “tengo fe en Dios” se ha convertido en algo políticamente incorrecto y, sin embargo, insultar a los curas es deporte nacional? ¿De dónde proviene tanto odio hacia cristianismo, judaísmo e islamismo?
En estos días estamos viendo como unas caricaturas publicadas en un diario danés en septiembre del pasado año están provocando revueltas violentas en todo el mundo. Desde luego que dibujar al profeta Mahoma con una bomba en la cabeza es de una falta de sensibilidad alarmante. Es obvio que estos dibujos han resultado ofensivos para todos los musulmanes. Pero también está claro que no es casualidad que todos estos actos de terrorismo y vandalismo coincidan precisamente con la nueva política de Irán respecto al enriquecimiento de uranio.
Algunos medios de comunicación han establecido la afirmación de que el Islam prohíbe la representación artística de Mahoma. Pero realmente el Corán no dice nada sobre las imágenes y las advertencias en su contra que aparecen en el Hadith han sido objeto de muchas interpretaciones. Muchos musulmanes sostienen que sí están prohibidas pero no existe ninguna norma escrita en este sentido. De hecho, los chiíes tienen imágenes de Mahoma, de su sucesor Alí y de su nieto Husein colgadas de las paredes de sus casas. Definitivamente el problema no está en la imagen gráfica del profeta sino en las ofensas hacia los que creen en él. Eso sí, todo ello minuciosamente orquestado por la secta wahabí y con la financiación saudí seis meses después de la publicación de las viñetas. ¿Por qué se ofenden ahora y no hace medio año? La respuesta es política y económica, y podemos ubicarla en Irán, Arabia Saudí y Siria. Resumiendo, la respuesta es Al Qaeda y Hamás.
No es la religión la que está promoviendo esta ola de violencia. Recordemos que en el Islam el poder político y religioso lo ejercen las mismas personas: no existe separación entre iglesia y estado. Los líderes religiosos musulmanes se convierten así en caudillos políticos que hacen más hincapié en el odio hacia los infieles de occidente que en las verdaderas enseñanzas de Mahoma. Son políticos ultra-nacionalistas alimentados económicamente por los grandes del petróleo y, ahora, de la energía nuclear –bombas atómicas incluidas-.
Incluso el país supuestamente más enemigo del pueblo palestino ha dicho en boca de Kurtis Cooper, portavoz de la Casa Blanca: "Estas viñetas son ofensivas para la fe de los musulmanes. Todos reconocemos y respetamos completamente la libertad de prensa y expresión, pero debe ir acompañada de la responsabilidad de la prensa. Incitar al odio étnico o religioso de esta manera no es aceptable".
Pero no mezclemos churras con merinas. Está claro que lo de las caricaturas de Mahoma es una ofensa hacia una religión concreta. Pero también esta claro que la respuesta de violencia no está programada por “religiosos” sino por “caudillos” que esconden su sentimiento anti-occidental tras la religión.
El Vaticano ya lo ha advertido: “El derecho a la libertad del pensamiento y expresión no puede implicar el derecho de ofender el sentimiento religioso de los creyentes. Principio que vale obviamente para cualquier religión”. Y tiene razón: a toda religión o creencia se le debe respeto. Es una cuestión de educación sobre la que, además, existe una legislación bien clara: en nuestro país el artículo 525.1 del Código Penal establece que “incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican”. Asimismo, el artículo 510 del Código Penal prevé que “los que provocaren a la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos o asociaciones, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación sexual, enfermedad o minusvalía, serán castigados con la pena de prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses”.
Los cristianos y los judíos también se sienten dolidos por tantos chistes hacia la figura de Abraham, de Moisés, de Jesús, de la Virgen María, del Papa o de los fieles en general. Pero ante los continuos insultos no han amenazado ni matado a nadie. En el caso de las ofensas a la religión musulmana la ONU, Solana y nuestro Zapatero -presidente por accidente- se han precipitado en formular una declaración contra la blasfemia, en decir “tenemos un profundo respeto hacia los musulmanes” y en escribir cartitas pidiendo disculpas por las caricaturas pero sin condenar la ola de violencia islamista.
En España todo vale contra los católicos y nadie hace nada para remediarlo: en Madrid se estuvo representando una obra titulada “Me cago en Dios” y en estos días se ha estrenado otra en la que Leo Bassi aparece vestido de Papa y consagrando preservativos. ¡Qué respetuosa y tolerante es la progresía! Han creado un videojuego donde se dispara contra los nazarenos de la Semana Santa de Sevilla; colgaron de Internet una imagen de la Virgen de la Encarnación junto a los órganos genitales de un varón; en Canal Plus han cocinado un Crucifijo en el microondas para que resucitase al tercer día; los payasos Carod Rovira y Maragall –ambos masones- jugando con una corona de espinas frente al Santo Sepulcro; en Arco se encuentra expuesto el Cristo de los misiles; en un video clip aparece dos veces una cruz en la que la figura humana crucificada tiene la cabeza de un animal; en el desfile de la soberbia gay se insulta a todo lo que tenga que ver con la religión católica…
Y el socialista gay Zerolo está indignadíssimo porque una chirigota insulta a los islamistas turcos que asesinaron a un sacerdote. Zerolo, Zerolo, que se te ve el plumero. Primero sales en el desfile del orgullo gay insultando a católicos, mofándote de curas y obispos, haciendo escarnio de Jesucristo, de la Virgen María, del Papa… y ahora estás indignado porque insultan a los radicales islamistas. ¿Eso no se llama doble rasero? Igualito que Zapatero, pero en gay. Los católicos reclaman respeto a todas las religiones, a TODAS.
Ningún sociata ha salido nunca en defensa de los cristianos. Zapatero y Zerolo callan y miran para otro lado. Sectarios sin disimulo, sin vergüenza. Nunca han pedido tolerancia hacia los cristianos o hacia los judíos, nunca. Y precisamente por eso es tan grave que Zapatero haya condenado en una cartita las caricaturas danesas y no las revueltas islámicas. Se trata de una claudicación ante un sistema donde se desconocen la democracia, la libertad de expresión, la separación Iglesia Estado y los derechos humanos. Además de que su caradura le lleva a condenar los insultos a los musulmanes a la vez que promueve el lobby laicista anticatólico en España. Más falso que Judas.
Benedicto XVI ha dicho que “el fruto de la fe en Dios no son los antagonismos devastadores, sino el espíritu de fraternidad y de colaboración a favor del bien común. […] Dios, Creador y Padre de todos, pedirá cuentas aún más severamente a quien derrama en su nombre la sangre del hermano. […] Siguen llegando en estos días noticias de trágica violencia en Irak, con atentados en las mismas mezquitas. […] Se trata de acciones que siembran luto, alimentan el odio, y obstaculizan gravemente la de por sí difícil obra de reconstrucción del país”.
La Alianza de Civilizaciones del tibio Zapatero hace que nos planteemos algunas cuestiones: ¿No sería mejor alianza de civilizados? ¿qué pintamos los cristianos en las alianzas de este señor? ¿Sabe Zerolo que si hubiera nacido en un país musulmán ya le habrían ahorcado? ¿Sabe De La Vega que en Arabia Saudí las mujeres tienen prohibido conducir? ¿Alianza de civilizaciones? ¿Quieren los fundamentalistas islámicos aliarse con los infieles de occidente?
Raúl Sempere Durá • marzo 2006