Campanas de Libertad

Honeste vivere, alterum non laedere, suum cuique tribuere.

07 febrero 2007

¡Ay Carmela!

Los hechos y consecuencias que se refieren a la noticia con la que nos han bombardeado en estos días, al menos para mí, no tienen nombre. Así que cogeré el diccionario para intentar buscarle sentido a semejante sinsentido:

Anciano: Se dice de la persona que tiene muchos años. Caprichoso: Que actúa por capricho. Capricho: Idea o propósito que uno se forma sin razón aparente. Antojo, deseo pasajero. Irresponsable: Referido a quien actúa sin medir las consecuencias de sus actos. Mentiroso: Que miente o que tiene tendencia a mentir.

Pero el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua tiene ciertos problemas que Zapatero debería preocuparse en cambiar con su inestimable talante. En primer lugar -y puesto que ahora somos todos rojos, independentistas y republicanos- deberíamos quitarle la realeza española, así pasaría a llamarse Diccionario de la Academia de la Lengua.

Otro cambio urgente que también pide la sociedad todos los días con manifestaciones multitudinarias es el de la paridad: tenemos un diccionario machista y facha. Vamos, que parece que lo escribió Fraga o algún otro del PP; Aznar, seguro que el culpable es Aznar. ¡Paridad, paridad, lo exige la sociedad! Todas las palabras deberían aparecer con su significado en masculino, en femenino y -¿por qué no?- en gay.

Bueno, bueno, a lo que iba. Con este nuevo diccionario ya podríamos buscar el significado de anciana, caprichosa, irresponsable y mentirosa: dícese de Carmela Bousada, que ha sido capaz de mentir sobre su edad irresponsablemente para poder darse el capricho de tener dos hijos a sus 67 años.

Habría que recordarle a la señora Carmela que ese pretendido derecho a tener hijos no existe. Mientras que el derecho a tener padre y madre es comparable por su importancia al derecho a la vida y a la libertad.

Derecho a vivir con un padre y una madre. Derecho fundamental que esta anciana caprichosa, irresponsable y mentirosa les ha negado a sus hijos, Pau y Christian no tienen padre y a la madre le queda bien poco tiempo de vida para cuidarlos convenientemente.

Raúl Sempere Durá · febrero de 2007

Artículo publicado en Debate 21, en Valencia Liberal y en Diario Hispanidad.

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